lunes, 22 de febrero de 2016

Olvidando lo que queda atrás...

Desde hace días atrás, mientras caminaba en sandalias por mi casa, me dí cuenta que algo estaba punzando levemente en mi pie, creí que era una piedrilla que pisé al caminar, así que me detuve a observar mi pie, pero para mi sorpresa no había nada, continué caminando, pero esa leve incomodidad seguía, así que pensé que seguramente me habría metido en el pie una pequeña astilla, con calma revisé mi pie con cuidado, pero no parecía haber nada, lo extraño es que continué caminando y la molestia seguía aunque a mi parecer no había nada. 
Hoy por la mañana volví a sentir la molestia, así que tomé mi sandalia y le di vuelta, para mi sorpresa en la suela estaba introducida una tachuela, pero al ser tan finita la punta, no me daba cuenta que eso era lo que me estaba molestando y me impedía caminar ligeramente sin molestias. 
Esta anécdota  la relaciono con nuestro diario vivir, a veces tenemos algunos malos recuerdos que son tan diminutos como la punta de la tachuela que no nos damos cuenta que nos están afectando y lastimando, tenemos rencores, dolores pasados que nos atan y no permiten que avancemos nuestro caminar por la vida sin ninguna molestia.
Por eso amigo y amiga, si en tu vida hay dolor, tristeza, angustia, malos recuerdos, déjalo en el pasado con la ayuda de Dios, desecha todo aquello que te está lastimando y avanza sin temor el camino que está por delante.
Saca toda aquella tachuelilla que te está estorbando y no permitas que los mínimos detalles sin importancia tomen el control de tu vida.
Bendiciones :) 


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