miércoles, 2 de diciembre de 2020

Fe

 Fe

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Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11:1)
Hoy les quiero contar una de las tantas experiencias que he tenido con la fe.
Hace un tiempo, aún siendo estudiante de la U, pero ya no no becada, tenía que pagar un curso, aunque no era mucho dinero, recuerdo que en ese momento, aunque ya lo tenía, era un dinero que podía servir para otros asuntos que en ese momento se habían presentado en mi casa. Recuerdo que de camino a la Universidad, le dije a Dios: -Bueno, Señor, tú eres el dueño de este mundo. Tú sabes que yo tengo el dinero para pagar, pero la verdad es que, en la casa lo estamos necesitando. Si tú pudieras pagarme la U, por favor, sería maravilloso.
Al llegar a la U, le dije mi número de cédula al muchacho encargado de los cobros y me dijo: Angie Cordero, ¿verdad?, le dije: si. Él dijo: pues no debe nada, aquí sale que ya está todo pago. Yo con una serie de emociones, no lo podía creer e incrédula le dije: pero revise bien. Él hasta volteó el monitor para que yo lo comprobara.
Quizás es becada y no se ha dado cuenta, me dijo. Yo, sin recordar que ya se lo había pedido a Dios, con la duda me fui a preguntar a Bienestar Estudiantil (departamento encargado de becar), la señora muy amable que me atendió, me dijo: no muchacha, usted no aparece becada, pero diay, seguro fue Dios que se lo pagó y yo pensé: efectivamente fue él, yo se lo pedí y él me respondió.
A veces nos cuesta tener fe, como humanos estamos acostumbrados a que todo se nos pruebe a través de los sentidos, sin embargo, puedo testificar que la fe es algo maravilloso y que solo lo puedes experimentar a través de la comunión diaria con Dios.
Te invito a cultivar la fe en tu vida. Solo quien la experimenta puede hablar de ese maravilloso regalo de Dios.